El día miércoles 20 de enero de 2010, alrededor de las 4 de la tarde, nos reunimos el Procurador General de Justicia, Rodolfo Igor Archundia Sierra, mi papá, Federico Chilián Orduña y yo, Benito Federico Chilián Herrera para pedirle su colaboración y apoyo en el esclarecimiento del crimen en el que perdió la vida mi hermano Pablo Gnuyen Chilián Espinosa.
El señor Procurador nos recibió muy amable y le expusimos nuestra situación. Diligentemente se comunicó con el Procurador de Veracruz, Salvador Mikel Rivera, a quien le expuso los sucesos referentes al homicidio de mi hermano.
Además de mostrarse con toda la disposición para coadyuvar en todo lo que esté a su alcance, incluso nos ofreció terapeutas para superar la irreparable pérdida. Sin duda alguna un servidor público, honesto, responsable, eficaz y digno de toda nuestra confianza.
A nombre de mi familia y mío propio le agradecemos al Procurador General de Justicia de Puebla, Rodolfo Igor Archundia Sierra, el apoyo que brinde para el esclarecimiento de este crimen brutal.
El señor Procurador nos recibió muy amable y le expusimos nuestra situación. Diligentemente se comunicó con el Procurador de Veracruz, Salvador Mikel Rivera, a quien le expuso los sucesos referentes al homicidio de mi hermano.
Además de mostrarse con toda la disposición para coadyuvar en todo lo que esté a su alcance, incluso nos ofreció terapeutas para superar la irreparable pérdida. Sin duda alguna un servidor público, honesto, responsable, eficaz y digno de toda nuestra confianza.
A nombre de mi familia y mío propio le agradecemos al Procurador General de Justicia de Puebla, Rodolfo Igor Archundia Sierra, el apoyo que brinde para el esclarecimiento de este crimen brutal.
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